Debido a la situación económica que encara Cuba a partir del llamado "período especial", decretado en los primeros años de la década de los 90 del pasado siglo, la Industria Deportiva Cubana (IDC), productora de la firma Batos, tuvo un gran decrecimiento en su productividad.
La evidente escasez de materias primas, tanto de producción nacional como extranjera motivaron que disminuyeran considerablemente las producciones para el desarrollo del deporte de masas en la Isla.
Poco a poco han ido surgiendo soluciones y la inventiva se ha puesto a prueba lo que vislumbra un lento proceso de recuperación.
La IDC, fundada el 25 de junio de 1965 está inmersa en una fase donde se retoman rubros que fueron en descenso. Ya suman cientos de nuevos renglones dejados de elaborarse los que irrumpen en las líneas de producción y ejemplo de ello es que se alcanzan índices de antaño en lo relativo a la elaboración con alta calidad de implementos para el boxeo, como son los guantes y las cabeceras.
Algo parecido puede argumentarse sobre el béisbol, considerado por los cubanos como su deporte nacional, con el incremento productivo de pelotas, guantes y bates. Las pelotas, elaboradas artesanalmente, han pasado a ser utilizadas a partir de 2004 como las oficiales en cada Serie Nacional de Béisbol.
Los trabajadores de la IDC se adentran lo mismo en la elaboración de canoas de distintos tipos para el kayak, hasta los miles de juegos de ajedrez que surgen para enfrentar el creciente interés por el juego ciencia que muestra la ciudadanía, sobre todo los niños.
No escapan otras esferas donde la calidad está presente como son las producciones textiles, cuyos mejores exponentes se aprecian en el vestuario que utilizan los 16 equipos que intervienen en cada Serie Nacional de Béisbol o los cuatro elencos que a renglón seguido se enrolan en las llamadas Super Liga.
A la IDC le correspondió enfrentar con éxito la amplia variedad del vestuario a utilizar por los deportistas del país que intervinieron en la II Olimpíada del Deporte Cubano, evento multideportivo que tuvo lugar durante la primavera de 2004.
Sin embargo el mayor éxito productivo en 2004 fue la apertura de una planta productoras de balones capaz de elaborar unos 200 000 cada año en esféricos para baloncesto, voleibol, balonmano, polo acuático y fútbol. La nueva planta es de tecnología china.
Entre la amplia oferta de la entidad se cuentan artículos recreativos y luminarias o pizarras electrónicas. Estas producciones se ofrecen para la exportación directa, y también se brinda la oportunidad, a las empresas interesadas, de participar con Batos en modalidades de negocios.
La IDC se ha expandido hacia otras zonas del país y posee filiales en la occidental ciudad de Pinar del Río, Morón y Florida, en el centro-este, así como en Santiago de Cuba y la montañosa localidad de Buey Arriba, ambas en la zona oriental. Todas realizan producciones en pieles, textiles y madera, mientras que una pequeña fábrica de calzado se localiza en Artemisa, ciudad ubicada a 60 kilómetros al oeste de La Habana.
Así es el panorama actual de uno de los sostenes del movimiento deportivo cubano. Todavía falta mucho por avanzar, pero son ostensibles los saltos producidos desde la fundación de la IDC cuando su único objetivo era elaborar pelotas para béisbol con métodos artesanales.
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