El cubano es por naturaleza alegre y disfruta cuando de crear o fomentar amigos se trata. Nada mejor que algunas de las manifestaciones deportivas o recreativas como pretexto ideal para que surja o se afiance una amistad.
Cualquier lugar del país puede convertirse en un gigantesco o pequeño terreno para jugar a la pelota (béisbol). Bien sea en una esquina de la capital o de cualquier rincón de los más de 110 000 kilómetros cuadrados que posee el largo y verde caimán.
Con mucha razón se dice que el béisbol es nuestro deporte nacional. Fiel ejemplo de ello es que las esquinas son el mejor terreno para jugar a la pelota.
Los equipos se improvisan, y sin guantes ni bates, surge un delicioso partido que bien puede entretener toda la tarde.
Ese entretenimiento callejero con reglamentación conocida y respetada por los jugadores, se llama "el cuatro esquinas" y es uno de los preferidos para jugar en las cuadras.
Otro pasatiempo conocido internacionalmente, y que caracteriza al cubano, es el dominó. Tal es así que durante los primeros meses de 2003 tuvo lugar en La Habana el I Campeonato Mundial auspiciado por la Federación Internacional, con sede en España.
El singular espectáculo dejó expedito el camino para que septiembre de 2004 se realizara en las orientales provincias de Guantánamo y Santiago de Cuba el I Campeonato Mundial de Dominó por equipos y tanto en la lid individual como en la contienda por colectivos resultaron ganadores los jugadores de Cuba.
Existen diversas modalidades. Por lo regular los cubanos juegan de parejas; en el occidente lo hacen con diez fichas cada uno de los cuatro contendientes, pero en el oriente es con seis, tal como se hizo en el Mundial ganado por dos competidores de Guantánamo, provincia localizada en el extremo este del país.
El dominó es uno de los juegos preferidos por las personas de la tercera edad, aunque en muchas ocasiones se encuentran muchachos jóvenes, incluso mujeres (que son excelentes e impredecibles). Para este juego, para ciertas personas es imprescindible una botella de ron.
También en calles y plazoletas los niños se entretienen, después de cumplir con sus responsabilidades escolares, a empinar papalotes, sobre todo en los días de viento, coloreando el cielo de campos y ciudades con esos pájaros de papel que cobran formas maravillosas e imaginativas.
Desde 1965 surgió el denominado Plan de la Calle, consistente en actividades recreativas integrales, atendidas por las direcciones de deportes en cada uno de los 169 municipios diseminados en las 14 provincias.
Además, los niños buscan formulas diversas para la ocupación sana del tiempo libre mediante juegos de bolas, de trompos, de yoyos, a los escondidos, a los pegados.
En Cuba los niños son muy ingeniosos en sus juegos callejeros, también los jóvenes que muchas veces improvisan un cesto en un árbol o en un poste de electricidad para jugar al baloncesto en varias modalidades como lo es la famosa "guerrilla", dos para dos, tres para tres, e incluso, hasta dos llegan a rivalizar entre si. Es un excelente pretexto para sudar a raudales bajo el sol del trópico.
Valdría la pena aclarar que muchos de los atletas que hoy son campeones o que integran alguna de las selecciones nacionales, mientras jugaban en las calles de cualquier provincia fueron descubiertos por cualquiera de los mas de 50 000 entrenadores que se han formado o activistas, cuya cifra asciende a 53 000.
También el fútbol goza de gran popularidad entre los juegos de la calle, y en este las porterías se arman con dos piedras, o con el esqueleto de hierro de una mesa cualquiera que se adorna con una malla que da la ilusión de estar defendiendo una portería olímpica.
El ingenio que siempre ha caracterizado al cubano, se demuestra de maravilla en estos juegos, donde se sueñan con medallas, y donde entre los jugadores callejeros bien que uno se puede llamar Ronaldo o Zidane, Michael Jordan o Ruperto Herrera, esas leyendas que ya forman parte del patrimonio del deporte universal.
Esos juegos que aparentemente no conducen a nada son una extensión del serio programa de deportes y educación física que se lleva a efecto en todo el sistema de la enseñanza y que tiene su expresión mas completa en los Juegos Escolares Nacionales de alto rendimiento, devenidos la competencia mas importantes en el ámbito nacional.
Desde 1963 durante cada verano se originan los Juegos Escolares con participación promedio anual en la lid nacional de alrededor de 10 000 atletas en 29 deportes.
El 90 por ciento de los campeones olímpicos o mundiales que han surgido en Cuba proceden de los Juegos Escolares, fragua de los principales resultados que nos hacen sentir orgullosos en el ámbito atlético. |