RODOLFO FALCÓN CABRERA
En la historia de la natación cubana su nombre aparece como el más encumbrado de todos los tiempos, gracias a la medalla de plata que consiguió en la final de los 100 metros espalda durante los Juegos Olímpicos en Atlanta’96.
El triunfo correspondió al estadounidense Jeff Rouse en cerrado final. Detrás del tritón oriundo de la capital cubana, quedó su compatriota Neisser Bent.
Nació el 25 de octubre de 1972 y a los ocho años tuvo su primera competencia oficial. A los once acudió a la primera cita internacional, en México, pero una fuerte gripe truncó sus aspiraciones.
Llegó al colectivo nacional en 1987.
Su palmarés está plagado de victorias como las logradas en los Juegos Panamericanos en La Habana’91 y Mar del Plata’95; así como en las versiones centro caribeñas en Ponce’93 y Maracaibo’98, o los títulos rubricados en dos mundiales en piscina de curso corto o en el triunfo durante los Juegos Mundiales Universitarios en Buffalo’93.
Acudió a los JJ.OO. en Barcelona’92 y fue séptimo en la final de los 100 metros. Lleno de esperanzas quiso destacar en Sidney diez años después, pero no pasó de las semifinales. Entonces pensó en el retiro que llegó en 2002.
Al joven de 1,86 metros y 83 kilogramos de peso, una vez le bautizaron como el abogado de la natación, debido a que combinaba sus estudios de derecho con la práctica del exigente deporte. En realidad, solo después del adiós a las piscinas pudo enfrascarse de lleno en cumplir los anhelos de su tío, quien lo indujo hacia la profesión que en breve ejercerá.
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