MIREYA LUIS

Dieciocho años en el equipo nacional como una de las principales figuras. Medalla de oro en los Juegos Olímpicos en Barcelona’92, Atlanta’96 y Sidney ’00. Sobresalientes actuaciones en campeonatos y copas del mundo, así como en lides de grand prix son algunas de sus cartas de presentación.

Apenas a los 14 años intervino en un Campeonato Nacional de primera categoría y se erigió mejor atacadora, gracias a que en ese entonces su poder de salto le permitía llegar hasta los 3,05 metros.

Nació en Camaguey el 25 de agosto de 1967 y su ascenso fue tan rápido que a los 17 años de edad sellaba la primera experiencia internacional en los Juegos Panamericanos en Caracas, donde Cuba gana el título.

A partir de entonces comenzó a pasear su nombre por todos los confines y en Asia era particularmente admirada.

En 1986 se convirtió en madre y menos de tres semanas después del parto jugo en el Campeonato Mundial en Praga, donde su equipo quedo segundo.

La capitana de las “Morenas del Caribe” disfruto e hizo disfrutar a grandes multitudes. Sus endemoniados remates la catapultaron a la gloria sin que en ella apareciera un ápice de vanidad.

Justamente seleccionada entre las jugadoras más sobresalientes del siglo XX y cuando llegó el adiós, de inmediato pasó a formar parte de la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional, en correspondencia a una propuesta de Juan Antonio Samaranch. No tardó en integrarse también a la Comisión de Solidaridad Olímpica.

Ha recibido numerosas condecoraciones, tanto en Cuba como en el exterior. En la actualidad se desempeña en el máximo organismo deportivo cubano como vicepresidenta de la Comisión Nacional de Atención a Atletas.

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